Sí, aunque no lo creas desde que comenzó la pandemia no había visitado el Autódromo Hermanos Rodríguez, de hecho, mi última carrera en este recinto fue de la misma categoría, antes de que comenzara esta locura mundial, que ese es otro tema...
Para empezar, mis ánimos de asistir eran pocos, teniendo en cuenta que hubo un error en el sistema de acreditaciones, lo que negaría mi entrada a la carrera como parte de la prensa mexicana.
Dicho esto, no tenía ganas de asistir, mucho menos de escribir o ver la carrera, pero... un par de días antes, Charly, mi amigo, me convenció de ir, cómo cualquier otro aficionado, por qué no...
El día llegó, era sábado y nos reunimos afuera del autódromo, yo llegué tarde como es mi costumbre, ya sé tengo que cambiar eso... en fin. Sigamos, nos reunimos afuera de la puerta 6 y caminamos hacia el Foro Sol, un recorrido bastante largo si lo haz recorrido. Llegamos justo cuando estaban por salir a calificar, no niego que estar de vuelta en este autódromo tan grande me trajo buenos recuerdos, y ver el foro Sol iluminado con los rayos del sol y repleto de gente me puso la piel chinita.
La espera para la carrera no fue larga, de hecho pudimos ir a caminar tranquilamente, eso es algo que sólo la Fórmula E ofrece, caminar cerca del paddock, área de comida, acceso a los escenarios, áreas de juego e hidratación, vaya, hatsa gorras, cubrebocas y plantitas te daban.
La carrera, en sí fue buena, vimos rebases y toma la emoción que sólo puedes vivir en el Foro Sol, sumando que la zona de ataque estaba precisamente ahí... otra cosa que me sorprendió fue la cantidad de aficionados que se sumaron a la categoría, créame que he seguido el campeonato desde su inicio y su primera visita a México y esta vez, pude ver un Foro Sol lleno de personas que simplemente iban a disfrutar la carrera en familia y con amigos.
Otra cosa que me dejó boquiabierta, fue el apoyo hacia el italiano y recién salido de la Fórmula 1, Antonio Giovinazzi, cada vez que pasaba por el Foro Sol la gente se emocionaba, incluso cuando lo enfocaba y en la presentación de pilotos... quizá sea porque le tienen mucho cariño, o simplemente como dijimos entre amigos 'porque es el único piloto que la gente conocía', pero de algo que estoy segura es que si México adopta a un piloto, su apoyo será incondicional... no importa qué pase.
En fin, la justicia divina llegó para Pascal Wehrlein, quedándose con la victoria en México, además del primer 1-2 para Porsche con Andre Lotterer en el segundo cajón. En el podio también los acompañó Jean-Eric Vergne, que no estuvo muy contento, pero los aficionados mexicanos terminaron sacándole una sonrisa.
El día siguió con un concierto post carrera, el cual por cierto junto a mi amigo Charly es una tradición. Nos quedamos y pudimos disfrutar de Las Villa, Humbe y Matisse, quiénes estuvieron estupendamente sensacionales. Y básicamente es todo lo que te puedo contar, además de que terminé muy feliz y cansada, ya no estoy para estos trotes de la vida...
Adiós.